Un buen domingo es levantarte relativamente tarde, perrear un rato en la cama, comer algo que se te apetezca, salir a la calle y que brille el sol (pero sin un calor excesivo), quedar con algún colega (Joan), ir de furtiveo y tirar alguna foto. Este fue mi domingo.
También debo añadir que hay otros domingos que me gustan incluso más.
Joan Ollie a contra luz.
martes, 20 de octubre de 2009
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